CUÁL ES TU ESTILO DE LIDERRAZGO
- mnwodnik
- hace 3 días
- 3 Min. de lectura
Descubrirlo puede transformar tus relaciones y tu bienestar psicológico
Algunas personas lideran con firmeza, pero sin conexión. Otras, desde la empatía, pero sin dirección clara. Y otras, bueno... intentan liderar sin darse cuenta de cómo lo están haciendo. Porque liderar no siempre implica tener un cargo, una oficina o una firma importante. Liderar es, en el fondo, influir. Y todos influimos de una u otra manera con o sin conciencia.
Ese jefe que lleva años en automático, el padre que “dirige” sin preguntar, la amiga que siempre toma decisiones por el grupo, o incluso tú, que quizás piensas que no lideras, pero de pronto te descubres cargando con las responsabilidades de otros. ¿Te suena?

En este artículo exploraremos:
1. LOS ESTILOS DE LIDERAZGO MÁS FRECUENTES
A lo largo de la historia, el liderazgo ha sido asociado con autoridad, carisma o inteligencia estratégica. Pero el liderazgo también puede entenderse como un patrón de relacionarse con el poder y la responsabilidad.
Entre los estilos más estudiados y reconocibles, se encuentran:
Liderazgo autoritario:
basado en el control, con escasa apertura a la participación. Suele surgir de un miedo profundo a perder el control o al caos emocional. Se correlaciona con narcisismo.
Liderazgo democrático:
favorece la colaboración y escucha activa. Se asocia a una autoestima más sólida y flexible.
Liderazgo laissez-faire:
poca intervención, estilo pasivo. Puede expresar inseguridad o sobrecarga emocional.
Liderazgo transformacional: se enfoca en inspirar y guiar desde el ejemplo y el propósito.
Liderazgo transaccional: se basa en recompensas y normas claras, útil en contextos estructurados.
Aunque estas categorías ayudan, muchas personas oscilan entre varios estilos dependiendo del contexto. Por eso, más que encasillarse, se trata de observar con honestidad.
2. CÓMO INTERPRETAN LOS ESTILOS DE LIDERAZGO DIFERENTES ESCUELAS TERAPÉUTICAS
Desde la Psicología Humanista, el liderazgo saludable nace del autoconocimiento y la autenticidad. Cuando liderar surge desde la conexión con los propios valores, se facilita una comunicación más honesta y empática.
En la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), se trabaja con las creencias que sostienen ciertos estilos. Por ejemplo, alguien con creencias rígidas del tipo “si no controlo, todo se desmorona”, puede desarrollar un estilo autoritario como mecanismo de defensa.
La Terapia Sistémica analiza cómo los roles de liderazgo se estructuran en una red de relaciones. Muchas veces una persona asume un liderazgo disfuncional porque hay vacíos o desajustes en su sistema familiar, laboral o social.
Desde la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT), liderar implica actuar desde los propios valores, incluso ante emociones incómodas. Es decir, no se trata de sentir confianza para liderar, sino de liderar incluso cuando se siente duda, miedo o vulnerabilidad.

3. ESTRATEGIAS PARA IDENTIFICAR Y MEJORAR TU ESTILO DE LIDERAZGO
Reconocer patrones relacionales en contextos donde se ejerce alguna influencia.
Explorar la historia familiar para comprender modelos de liderazgo internalizados.
Identificar creencias nucleares sobre autoridad, control y responsabilidad.
Observar los efectos que produce el propio estilo en las personas cercanas.
Explorar valores personales para alinear liderazgo con coherencia emocional.
Aceptar emociones incómodas sin dejar que dominen la forma de liderar.
Entrenar habilidades de comunicación asertiva para expresar necesidades con respeto.
Establecer límites claros para no sobrecargarse ni sobreproteger a otros.
Practicar la escucha activa y validar perspectivas diferentes.
Fomentar el feedback como herramienta de crecimiento personal y relacional.
EJEMPLO PRÁCTICO
Mariela es directora de un centro educativo. Siente que debe tener siempre respuestas claras y decisiones firmes. Sin embargo, cada vez que hay una crisis, termina agotada y aislada. En terapia descubre que su estilo autoritario proviene de haber crecido en un hogar caótico, donde ella tuvo que asumir roles parentales desde muy pequeña.
Con el trabajo terapéutico, empieza a permitirse espacios de duda, a delegar y a escuchar más. No pierde autoridad, sino que gana conexión. Su equipo comienza a aportar ideas y ella se siente más acompañada. Aprender a liderar distinto le devuelve energía y sentido.
REFLEXIÓN
"Conocer a los otros es inteligencia. Conocerse a uno mismo es sabiduría." – Lao Tsé
¿Te has detenido a mirar desde dónde lideras en tu vida diaria?¿Tu estilo de liderazgo te acerca o te aleja de las relaciones que deseas?¿Te permites liderar también desde la vulnerabilidad?
A veces, el liderazgo más poderoso no es el que más controla, sino el que más transforma. Como un faro que no empuja a los barcos, solo los guía.
Desde mi práctica clínica, acompaño procesos de transformación personal donde el liderazgo deja de ser un peso y se convierte en una forma de presencia consciente. Si algo de esto resuena contigo, quizás sea el momento de revisar tu estilo y descubrir una nueva manera de influir en el mundo.