Comprendiendo y gestionando la ansiedad
Es normal sentir ansiedad ocasionalmente, especialmente en momentos de estrés. Sin embargo, cuando la ansiedad es excesiva, constante y difícil de controlar, puede ser un indicio de trastorno de ansiedad generalizada.
El trastorno de ansiedad generalizada puede manifestarse tanto en niños como en adultos, y aunque comparte síntomas con otros trastornos, según el Manual Diagnóstico de los Trastornos Mentales (DSM-5), como el de pánico o el obsesivo-compulsivo, es una condición distinta. Vivir con trastorno de ansiedad generalizada puede ser un reto a largo plazo, pero con el apoyo adecuado, ya sea mediante psicoterapia, medicamentos, cambios en el estilo de vida o técnicas de relajación, es posible mejorar y gestionar los síntomas. El trastorno de ansiedad generalizada es una condición que afecta a muchas personas y puede manifestarse en diferentes etapas de la vida. Conocerlo mejor te puede servir para aliviar los síntomas o incluso erradicarlos de tu vida. En este artículo, exploraremos:
Causas orgánicas del trastorno de ansiedad generalizada
La ansiedad no siempre tiene una causa evidente, pero puede estar relacionada con factores biológicos. Algunos de ellos incluyen:
Genética: La predisposición a la ansiedad puede heredarse.
Neurotransmisores: Desequilibrios en sustancias químicas del cerebro, como la serotonina y la norepinefrina, pueden influir en la ansiedad.
Condiciones médicas: Enfermedades crónicas, problemas tiroideos y otras condiciones de salud pueden desencadenar o exacerbar la ansiedad.
SÍNTOMAS Y COMPORTAMIENTO DE UNA PERSONA CON ANSIEDAD GENERALIZADA
Las personas con trastorno de ansiedad generalizada suelen experimentar una preocupación excesiva e incontrolable sobre diversas situaciones cotidianas. Los síntomas incluyen:
Físicos: Fatiga, tensión muscular, dolores de cabeza, problemas digestivos y del sueño.
Emocionales: Irritabilidad, dificultad para concentrarse, sensación de estar "al borde".
Comportamentales: Evitación de situaciones que provocan ansiedad, inquietud constante, dificultad para relajarse.
ANSIEDAD GENERALIZADA EN NIÑOS Y ADOLESCENTES
Los niños y adolescentes también pueden sufrir trastorno de ansiedad generalizada , pero los síntomas pueden ser más difíciles de identificar. Puedes observar estos signos:
Escolares: Dificultad para concentrarse, descenso en el rendimiento académico, falta de ganas de asistir a clase.
Sociales: Evitación de actividades sociales, dependencia excesiva de los padres, cambios abruptos de amistades.
Físicos: Quejas frecuentes de dolores de estómago o de cabeza.
ANSIEDAD GENERALIZADA EN ADULTOS MAYORES
En los adultos mayores, la ansiedad puede confundirse con otros problemas de salud. Los síntomas pueden incluir:
Físicos: Fatiga extrema, insomnio, dolor crónico, mareos.
Emocionales: Preocupación exagerada por la salud, miedo a la soledad o a la pérdida de autonomía.
Comportamentales: Aislamiento social, dependencia de medicamentos.
DIFERENCIA ENTRE ANSIEDAD GENERALIZADA Y ATAQUE DE ANSIEDAD
Es importante distinguir entre el trastorno de ansiedad generalizada y un ataque de ansiedad. El trastorno de ansiedad generalizada es una preocupación constante y a largo plazo, mientras que un ataque de ansiedad es una sensación de miedo intenso y repentino. Los ataques de ansiedad suelen ser breves, pero pueden ser extremadamente aterradores.
15 PAUTAS PARA BAJAR EL NIVEL DE ANSIEDAD
Practicar la respiración profunda: Te ayuda a calmar el sistema nervioso.
Hacer ejercicio regularmente: Liberar endorfinas que mejoran el estado de ánimo.
Dormir bien: Establecer una rutina de sueño saludable.
Mantener una alimentación equilibrada: Evitar el exceso de cafeína y azúcar.
Practicar mindfulness y meditación: Fomentar la conciencia plena y reducirá la presión interior.
Limitar el consumo de noticias: Evitar sobrecargarte de información negativa.
Dedicar tiempo a ti mismo: Disfrutar de actividades que te gustan, especialmente en la naturaleza.
Conectar con otros: Hablar con amigos o familiares puede aliviar la carga emocional.
Establecer límites: Aprender a decir no as crucial para gestionar tu tiempo.
Buscar apoyo: Los grupos de apoyo pueden ofrecer una red de comprensión y ayuda.
Activa tu relación con la naturaleza: Pueden ser cosas que ya haces, como cuidar un jardín o pasear, trabajar con barro para crear cerámicas…
Dar calor a tu día a día: Recuerda que el presente es lo único que existe. Tus proyectos a futuro y el pasado solo están en tu imaginación.
Reflexionar sobre los efectos del cortisol en tu organismo: Tú mismo puedes desintoxicarte y reducir sus niveles.
Reflexionar sobre lo que realmente tiene valor en tu vida: Puedes relajar la presión interna ante la presión externa.
Considerar la terapia profesional: La Psicoterapia puede ayudarte a conocerte mejor, potenciar tus virtudes y modificar las creencias dañinas.
¿CUÁNDO CONVIENE BUSCAR AYUDA PROFESIONAL?
Si sientes que la ansiedad interfiere significativamente con tu vida diaria, es momento de buscar ayuda profesional. Los psicólogos y psiquiatras te proporcionamos estrategias efectivas y, si es necesario, medicación para aliviar los síntomas.
La ansiedad es una experiencia humana común, pero no tienes que enfrentarte a ella solo. Con la información y las herramientas adecuadas, puedes aprender a manejarla y vivir una vida más plena y tranquila. ¿Te has sentido identificado con alguno de los síntomas? ¿Qué estrategias te gustaría intentar para manejar tu ansiedad?