Comprendiendo los ataques de ansiedad: ¿Qué puedes hacer cuando te sientes sobrepasado?
¿Alguna vez te has encontrado de repente con el corazón latiendo tan fuerte que puedes escucharlo en tus oídos? ¿Te han sudado las manos sin motivo aparente, acompañadas de una sensación de pánico que parece surgir de la nada? Si es así, es posible que hayas experimentado un ataque de ansiedad. En este artículo, exploraremos qué son los ataques de ansiedad, por qué ocurren y cómo puedes gestionarlos.
¿QUÉ ES UN ATAQUE DE ANSIEDAD?
Los ataques de ansiedad son episodios intensos de miedo o pánico extremo que se manifiestan abruptamente. Estos episodios pueden durar varios minutos y a menudo ocurren sin previo aviso. ¿Recuerdas alguna situación que desencadenara un estado de ansiedad en ti? Comprender los gatillos es el primer paso para manejarlos.
Los ataques de ansiedad pueden ser aterradores porque involucran síntomas físicos intensos que se sienten incontrolables y pueden ser confundidos con problemas médicos graves, como ataques al corazón. Esta incertidumbre acerca de sus causas y efectos puede aumentar el miedo a sufrir nuevos episodios. Sin embargo, es importante saber que los ataques de ansiedad son más comunes de lo que podríamos pensar. Afectan a muchas personas de todas las edades y entornos, y se estima que un porcentaje significativo de la población experimentará al menos uno en su vida. Conocer esto puede ayudar a reducir el estigma y promover la búsqueda de ayuda y comprensión.
CAUSAS COMUNES DE LOS ATAQUES DE ANSIEDAD
Estrés acumulado
Cambios importantes en la vida
Traumas pasados que resurgen inesperadamente
Predisposición genética
¿Te identificas con alguno de estos factores? Reconocer las causas puede ayudarte a sentirte menos solo en esta experiencia.
SÍNTOMAS de un ataque de ansiedad
Palpitaciones o ritmo cardíaco acelerado
Sudoración
Temblores o sacudidas
Sensación de falta de aire o ahogo
Miedo intenso a perder el control o a morir
¿Has experimentado alguno de estos síntomas? Es importante saber que, aunque son aterradores, no son peligrosos por sí mismos.
ESTRATEGIAS PARA MANEJAR LOS ATAQUES DE ANSIEDAD
Respiración profunda: Practicar ejercicios de respiración puede ayudar a calmar el sistema nervioso y reducir la intensidad del ataque. ¿Has probado alguna técnica de respiración antes?
Reconocimiento de la situación: A veces, simplemente reconocer que estás experimentando un ataque de ansiedad puede ayudar a disminuir su poder. ¿Podrías intentar decirte a ti mismo que esto es solo temporal y pasará?
Mindfulness y atención plena: Estar presente y consciente de tu entorno puede ayudarte a desviar la atención de la ansiedad. ¿Qué técnicas de mindfulness encuentras útiles en momentos de calma que podrían ayudarte también en momentos de ansiedad?
Buscar apoyo profesional: Si los ataques de ansiedad se vuelven frecuentes o muy intensos, es aconsejable buscar la ayuda de un psicólogo sanitario o PIR. ¿Has considerado esta opción para encontrar estrategias personalizadas para tu situación?
Un abordaje desde la terapia de aceptación y compromiso
Esta última me ha resultado muy útil en mi acompañamiento a las personas que han solicitado mi ayuda. ¿Quizás sea tu momento para probar a controlar estas situaciones?
UN ABORDAJE DESDE LA TERAPIA DE ACEPTACIÓN Y COMPROMISO
Los ataques de ansiedad pueden ser momentos de gran desconcierto y miedo. Sin embargo, la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) nos ofrece una perspectiva refrescante y efectiva para manejarlos. ¿Te has preguntado alguna vez si hay una manera de vivir con la ansiedad sin sentir que te controla? Aquí exploramos cómo la ACT puede ayudarte a cambiar tu relación con la ansiedad.
1. Aprender a aceptar tus sentimientos
La ACT nos enseña que el primer paso hacia la gestión de la ansiedad no es eliminarla, sino aceptarla. La aceptación significa permitir que los sentimientos existan sin luchar contra ellos o juzgarlos. ¿Podrías permitirte sentir ansiedad sin presionarte para sentirte diferente?
2. Observa tus pensamientos desde otra perspectiva
La defusión cognitiva, un pilar de la ACT, te invita a ver tus pensamientos como hojas que flotan en un río: están allí, pero no necesitan definir tu rumbo. ¿Puedes notar tus pensamientos de ansiedad y simplemente dejarlos pasar sin que dicten tus acciones?
3. Permanece en el presente con mindfulness
Estar plenamente presente te ayuda a no perderte en preocupaciones sobre lo que podría suceder. Practicar mindfulness durante un ataque de ansiedad puede centrarte y reducir la intensidad de lo que sientes. ¿Qué tal si pruebas centrarte en tu respiración la próxima vez que la ansiedad aparezca?
4. Conecta con tus valores personales
Identificar lo que realmente valoras puede ser tu brújula en momentos de ansiedad. La ACT te anima a actuar de acuerdo con tus valores, no con tus miedos. ¿Cuáles son las cosas que más valoras y cómo puedes honrarlas incluso cuando sientes ansiedad?
5. Comprométete a actuar
Finalmente, comprometerte a tomar acciones que estén alineadas con tus valores, a pesar de la ansiedad, puede ser tremendamente liberador y empoderador. ¿Qué paso pequeño pero significativo podrías dar hoy hacia algo que realmente importa para ti, incluso si sientes ansiedad?
Adoptar la perspectiva de la ACT sobre los ataques de ansiedad puede transformar la manera en que experimentas estos momentos desafiantes. No se trata de luchar contra la ansiedad, sino de aprender a vivir con ella de manera que no limite tu vida. ¿Estás listo para comenzar este viaje de aceptación y compromiso? ¡Tu bienestar y tus valores te guiarán en cada paso! Los ataques de ansiedad son desafiantes, pero con las herramientas adecuadas y el apoyo necesario, es posible gestionarlos eficazmente. ¿Qué estrategias crees que podrían funcionar mejor para ti? Recuerda, pedir ayuda es un signo de fortaleza, no de debilidad.
EJEMPLO de un ataque de ansiedad
La experiencia de Juan
Juan estaba atravesando un período laboral muy difícil, lleno de incertidumbres y cambios. Además, recibió la noticia de que él y su pareja esperaban gemelos. Aunque estaba feliz, también se sintió abrumado por la responsabilidad y el miedo a no estar a la altura. Una tarde, en medio de una reunión, Juan comenzó a sentir palpitaciones y una opresión en el pecho que le hacía falta el aire.
En ese momento crítico, Juan recordó las técnicas de mindfulness aprendidas en un taller reciente. Se excusó un momento y encontró un lugar tranquilo para realizar un escaneo corporal, prestando atención consciente a diferentes partes de su cuerpo para identificar y liberar tensiones. A medida que se enfocaba en su respiración y relajaba cada parte de su cuerpo, las palpitaciones disminuyeron y su respiración se estabilizó.
Decidido a gestionar mejor su estrés, Juan buscó ayuda profesional. En la terapia psicológica individual, adoptó una actitud de aceptación hacia sus miedos, utilizando la defusión cognitiva para observar sus pensamientos como eventos mentales que no necesitaban definir su comportamiento. Trabajó en alinear sus acciones con sus valores personales, como el compromiso con su familia y la búsqueda de una vida profesional satisfactoria.
Juntos exploramos cómo las pérdidas pasadas, como la muerte de su madre cuando tenía solo ocho años, influían en sus miedos presentes. Reconociendo estos miedos como partes normales de su experiencia, comenzó a implementar cambios prácticos que mejoraron su situación económica y reforzaron su red de apoyo para la crianza de sus futuros hijos. Además, Juan necesitó fortalecer su relación de pareja, por lo que trabajamos durante varias sesiones en la terapia triangular de Sternberg. Este proceso no solo ayudó a Juan a manejar su ansiedad, sino que también le proporcionó una relación de pareja más sólida y herramientas para enfrentar los retos de la vida con una perspectiva más equilibrada y esperanzadora.
Los ataques de ansiedad son desafiantes, pero con las herramientas adecuadas y el apoyo necesario, es posible gestionarlos eficazmente. ¿Qué estrategias crees que podrían funcionar mejor para ti? Recuerda, pedir ayuda es un signo de fortaleza, no de debilidad.