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Comportamiento pasivo-agresivo

Actualizado: 4 ago

El comportamiento pasivo agresivo es común y también nocivo ya que puede afectar profundamente nuestras relaciones personales, profesionales y nuestro bienestar psicológico. A través de la sabiduría de Viktor Frankl y Carol S. Dweck, exploraremos cómo comprender y transformar la agresividad pasiva, utilizando también los principios de la comunicación no violenta de Marshall Rosenberg.




Comportamiento pasivo agresivo
Comportamiento pasivo agresivo


¿Qué es el comportamiento pasivo agresivo?

La agresividad pasiva se manifiesta cuando una persona reprime o expresa su ira y frustración de manera indirecta, a través de comportamientos como la procrastinación, la obstinación, la ironía, el sarcasmo o el silencio. En lugar de confrontar directamente los problemas o expresar sus sentimientos, las personas agresivas pasivas emplean tácticas sutiles (consciente o inconscientemente) que crean tensión y conflicto.


Origen del comportamiento pasivo agresivo

La agresividad pasiva a menudo se origina en la infancia, cuando las expresiones directas de ira y frustración son reprimidas o castigadas de tal manera que el niño o adolescente se entrena en emplear otros recursos más apropiados en su familia de origen. Aprenden a ignorar o esconder sus verdaderos sentimientos y a expresar su enojo de maneras más sutiles y menos confrontativas. Esto puede convertirse en un patrón de relación y de comportamiento en la edad adulta.Esta represión de la ira puede llevar a la internalización de resentimientos y a la manifestación de comportamientos pasivo-agresivos en la vida adulta.



Consecuencias de la agresividad pasiva
Consecuencias de la agresividad pasiva


Consecuencias de la agresividad pasiva

  • En uno mismo: La agresividad pasiva puede causar estrés, ansiedad y sentimientos de impotencia. La represión constante de los verdaderos sentimientos puede llevar a problemas de salud mental y somatizaciones.

  • En las relaciones afectivas: Este comportamiento puede erosionar la confianza y la comunicación en las relaciones personales. La pareja o los amigos pueden sentirse confundidos, frustrados y desconectados. Mas aun, este malestar empeora cuando los amigos o pareja confrontan esta dinámica y se repite la agresividad pasiva por parte de su ser querido.

  • En el contexto laboral: La agresividad pasiva puede crear un ambiente de trabajo tóxico, disminuir la productividad y dañar la reputación profesional. Las tensiones no resueltas y la falta de comunicación clara pueden generar confusión, afectar la colaboración y el rendimiento del equipo.


¿Cómo tratar el comportamiento pasivo agresivo?


Tratamiento: integrando la sabiduría de Frankl, Dweck, Chödrön, Brach y Rosenberg

Viktor Frankl y el sentido en la vida


Frankl nos muestra con su ejemplo y su legado que encontrar un sentido en nuestras experiencias es crucial para superar el sufrimiento. Aplicar esta filosofía puede ayudar a las personas con agresividad pasiva a interesarse por el sufrimiento y la represión. Al comprender que la ira y la frustración pueden ser fuentes de aprendizaje y crecimiento, uno puede empezar a abordar estos sentimientos de manera más directa, transparente y saludable.


Para ello, se puede practicar la introspección y la reflexión diaria, preguntándose: "¿Si me permito conectar con mis sentimientos, que emoción descubro? ¿Qué puedo aprender de esta situación? y ¿Cómo puedo usar esta experiencia en mi beneficio y de las relación?". Además, resulta motivador establecer metas personales que se alineen con los valores más profundos. Esto puede proporcionar un sentido de propósito que ayude a canalizar la agresividad de manera positiva.



Carol Dweck y la mentalidad de crecimiento


La mentalidad de crecimiento de Dweck puede ser transformadora para aquellos que desean disolver la agresividad pasiva. Al adoptar la creencia de que las habilidades pueden entrenarse. Las personas pueden aprender a enfrentar sus emociones aflictivas y conflictos de manera más efectiva. En lugar de ver la ira como una característica fija e inmutable, pueden comenzar a verla como una oportunidad para el autoconocimiento y la mejora continua.


Practicar la mentalidad de crecimiento implica:


  • Aceptar los desafíos: Ver los conflictos y las tensiones como oportunidades para aprender y mejorar.

  • Persistir frente a las dificultades: No rendirse ante los obstáculos, sino enfrentarlos y buscar soluciones.

  • Aprender de la crítica: Usar la retroalimentación, incluso la negativa, como una herramienta para el crecimiento personal.

  • Inspirarse en el éxito de los demás: En lugar de sentir envidia, ver los logros ajenos como un recordatorio de lo que es posible con esfuerzo y dedicación.



Pema Chödrön: La importancia de la autocompasión y la meditación


Pema Chödrön, una sabia monja budista tibetana, propone varias prácticas para disolver la agresividad pasiva:

  1. Meditación y mindfulness: La meditación y la atención plena nos permiten observar nuestros pensamientos y emociones sin juzgarlos. Al hacerlo, podemos reconocer patrones de comportamiento pasivo-agresivo y trabajar para transformarlos.

  2. Autocompasión: Practicar la autocompasión es esencial para romper el ciclo de la agresividad pasiva. Chödrön nos anima a tratar nuestro mundo interior con amabilidad y a entender que todos experimentamos sufrimiento y dificultades.

  3. Visualización: Esta práctica budista implica respirar el sufrimiento propio y de los demás, y exhalar alivio y compasión. Tonglen nos ayuda a desarrollar una mayor empatía y a liberar la tensión y el resentimiento acumulados.



Tara Brach: La aceptación radical y la sanación emocional


Tara Brach, psicóloga clínica y maestra de meditación, ofrece enfoques complementarios para abordar la agresividad pasiva:


  1. Aceptación radical: Implica aceptar plenamente nuestras experiencias y emociones, tal como son, sin tratar de cambiarlas. Esta aceptación profunda nos permite ver y sanar las raíces de la agresividad pasiva.

  2. Autocompasión y autoaceptación: Brach enfatiza la importancia de la autocompasión y la autoaceptación para desmantelar los patrones de comportamiento pasivo-agresivo. A través de estas prácticas, podemos aprender a ser más amables y comprensivos con nosotros mismos, lo que reduce la necesidad de expresar nuestra frustración de manera indirecta.

  3. Práctica de RAIN: RAIN es un acrónimo que describe una práctica de atención plena para manejar emociones difíciles:

  • Recognize (reconocer): Reconocer lo que está sucediendo.

  • Allow (permitir): Permitir que la experiencia sea tal como es.

  • Investigate (investigar): Investigar con amabilidad y curiosidad cómo surge.

  • Nurture (nutrir): Nutrirse con compasión.


Marshall Rosenberg y la comunicación no violenta


La comunicación no violenta (CNV) de Rosenberg proporciona herramientas prácticas para expresar sentimientos y necesidades de manera honesta y respetuosa. La CNV ayuda a identificar y comunicar lo que realmente sentimos y necesitamos, sin recurrir a la agresividad pasiva. Aprender a usar estas técnicas puede mejorar significativamente la calidad de nuestras relaciones y reducir los asaltos pasivo-agresivos.

Los cuatro componentes clave de la CNV son:

  1. Observación sin juicio: Describir la situación de manera objetiva, sin evaluaciones ni críticas.

  2. Expresión de sentimientos: Identificar y comunicar nuestros sentimientos auténticos.

  3. Reconocimiento de necesidades: Conectar nuestros sentimientos con nuestras necesidades insatisfechas.

  4. Petición clara y específica: Pedir de manera clara y concreta lo que necesitamos para satisfacer nuestras necesidades.



Ejercicios prácticos y técnicas complementarias


Además de las estrategias mencionadas, se pueden incorporar ejercicios específicos para tratar la agresividad pasiva:

  • Técnicas de respiración y relajación: Aprender a calmar el cuerpo y la mente puede reducir la impulsividad y mejorar la capacidad de responder de manera reflexiva en vez de reaccionar.

  • Diario emocional: Mantener un registro diario de nuestras emociones y situaciones desencadenantes fomenta la identificación de patrones pasivo-agresivos y a desarrollar estrategias para abordarlos.

  • Terapias corporales: Utilizar ejercicios de conciencia corporal, como la respiración profunda, posturas y movimientos conscientes, puede ayudar a liberar tensiones emocionales acumuladas y a promover una mayor integración mente-cuerpo.

  • Visualización y afirmaciones positivas: Practicar la visualización de respuestas constructivas en situaciones de conflicto y repetir afirmaciones positivas puede reforzar una actitud más proactiva y asertiva.



Propuesta de reflexión


  • Identificación: Reflexiona sobre situaciones en las que hayas mostrado comportamientos pasivo-agresivos. ¿Qué sentimientos estaban detrás de estas acciones? ¿Cómo podrías haber expresado esos sentimientos de manera más clara, directa y saludable?

  • Conexión con el sentido: Considera cómo puedes encontrar un sentido en tus emociones reprimidas. ¿Qué te están enseñando estas emociones sobre tus necesidades y valores?

  • Desarrollo de la mentalidad de crecimiento: Adopta la mentalidad de que puedes aprender a manejar mejor tus emociones. Practica nuevas formas de enfrentarte a los conflictos y expresa tus sentimientos de manera constructiva.

  • Práctica de la CNV: Aplica los principios de la comunicación no violenta en tus interacciones diarias. Practica expresar tus necesidades y sentimientos de manera clara y respetuosa.


El comportamiento pasivo agresivo puede ser un desafío significativo, pero con la comprensión y las herramientas adecuadas, es posible transformarla.




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